No hace falta irse a un retiro en una remota montaña para experimentar paz. No necesitas convencer a todos los que te rodean en cuanto a que deben llevar un ritmo tranquilo y apacible, para sentir paz.
No hace falta resolver todos los conflictos antes de que puedas experimentar una profunda y perdurable sensación de paz. No tienes que resolver cada uno de los problemas de tu vida para poder disfrutar de estar en paz.
Sentir paz es algo muy simple y que está siempre a tu alcance. Para sentir paz, deja de lado suavemente todo lo demás, dejando que la paz llene tu conciencia.
La paz está siempre allí, lista para ti cada vez que decidas permitirle ser parte de tu vida. Decide, lo más a menudo posible, llenar tus instantes de paz y una fuerza positiva resonará a lo largo y a lo ancho de tu vida.
Sentir paz no requiere preparación ni condiciones especiales. Sólo requiere que te des el permiso de descubrirla y sentirla.
Cuanto más la experimentes, más querrás expresarla y esparcirla en todo lo que haces. Permite que la paz siga llenándote y rápidamente rebalsará, inundando el mundo en el que vives.
